Hoy celebramos el 12º aniversario del atentado terrorista de Madrid que se llevó la vida de 190 personas. Es un día para reflexionar, para mostrar nuestro cariño a todas esas familias que la mañana del 11 de marzo cambió sus vidas para siempre.
Por eso nos hemos preguntado cómo consiguen vivir con ese dolor, con esa aus
encia … Y nos hemos planteado indicaros 10 claves imprescindibles para superar la muerte de un ser querido. Esperamos que os sirva de ayuda a quienes estáis pasando esa fase de duelo y también de guía para todos aquellos que ayudan y acompañan a alguna persona en esa situación.
CLAVES PARA SUPERAR LA MUERTE DE UN SER QUERIDO
- Se necesita tiempo para asumir la pérdida. Para algunas personas será más tiempo que para otras. Necesitamos darnos ese tiempo para hacernos a la idea de la ausencia.
- Es necesario expresar los sentimientos, poder comentarlos con alguien, hablarlo. Necesitamos compartir nuestra experiencia, es también un modo de demostrar lo que sentimos por la persona fallecida.
- Es imprescindible tener una red de apoyo social. Un conjunto de personas, familia o amigos, que nos ayuden a pasar estas etapas, que estén a nuestro lado en momentos de tristeza, o simplemente que nos escuchen.
- Hay que recordar a la persona. No hay que olvidarla, fue parte de nuestras vidas, y deberá seguir siéndolo en nuestros recuerdos. Olvidar no facilita el seguir adelante, hay que recordar para asumir que se ha ido y que se debe seguir caminando.
- Hay que asumir que se debe seguir viviendo. La vida no cesa porque se muera un ser querido. Es más, es muy probable, que a pesar de nuestro dolor intenso, de nuestras ganas de no vivir, habrá personas a nuestro alrededor que nos quieran “vivos” y que nos necesitan a su lado. Esta puede ser una buena razón para arrancar y seguir adelante.
- Es conveniente tener datos de cómo ha ocurrido. Si la persona quiere saber, no hay porque protegerle, puede necesitar esos datos para integrar y asumir el hecho en su vivencia personal. La sobreprotección no siempre es adecuada. Ahora, sí se debe tener claro el adecuar los datos a la edad de la persona. No hace falta recrearse en datos médicos o violentos (por poner dos ejemplos), cuando el que solicita la información es un hijo de 11 años.
- Acudir a las celebraciones y manifestaciones relacionadas con la muerte. Es otra forma de reconocer socialmente la muerte del ser querido. Los demás te apoyan y comparten tu dolor. Son ritos necesarios desde el punto de vista del hombre como ser social.
- Los horarios, rutinas, hábitos y costumbres son buenos aliados. Nos devuelven a la realidad del día a día. No hay que forzarlo tampoco, la persona volverá a ellos o establecerá unos nuevos cuando esté preparada.
- Nuestra forma de llevar el duelo debe ser respetada. Cada uno expresará el dolor de una manera, pasará de unas fases a otras en distintos momentos, tenemos distintos caracteres, vínculos con el difunto… Hay lugar para todos, y el respeto es la mejor opción.
- Cuídese a usted y a su familia. Comer bien, hacer ejercicio y descansarse le ayudará a superar cada día y a seguir adelante.